El sentido de la marcha

14.42

Maximiliano Alcañiz

En El sentido de la marcha hay un afán de huida, una ansiedad por el movimiento, pues, si este cesa, la muerte puede alcanzarnos. La quietud y la seguridad son, para el ser humano, más letales que la marcha incesante y la incertidumbre. Aquí la desidentificación con la materia que somos sirve para incidir en el sentido de la marcha perpetua, que ni siquiera tiene a la propia carne como hogar.

Por otro lado, la conciencia es espiritual, pero también política: no solo se persigue la luz, sino que se clama contra las injusticias, como si no pudiera alcanzarse la iluminación sin mirar de frente a la tragedia. En definitiva, con El sentido de la marcha Maximiliano Alcañiz nos brinda no solo una lección de poesía, sino también de humanidad.

Elvira Navarro

El sentido de la marcha forma parte de la colección de poesía de Loto Azul.