Todos los días son pájaros

17.31

Enrique Contreras Martínez

Todos los días son pájaros abarca el calendario de un universo lírico propio, deslumbrante y en continua evolución. A través de tres libros (Madrugada del poeta, Intemperie -de sueños y quimeras- y El destierro) el autor vertebra un discurso que se ve arrastrado por ráfagas de melancolía, rabia e inconformismo y que reconstruye a través de alusiones a cuestiones históricas y políticas, y a través de referencias literarias, un aprendizaje basado en la autoinspección y el descreimiento. Con ojos de cisne cantor, de ánsar indio o de cóndor andino, el poeta, paciente, ha recogido en su nido de vértigo, a modo de crónica o diario, versos que son aves y que se convierten en canto. Canto y celebración a las raíces de la vida, a la memoria estremecida y abisal, a la suntuosidad de la carne, a los restos de una vida que arde debajo de la vida. Pero también desencanto… desgarro y desconcierto ante una condición humana genuflexa y asediada por la llaga de la duda y por el fulgor de los espejismos, por los estercoleros y la farsa del poder y de la gloria, y por la miseria, en fin, de «vivir para la muerte».

Todos los días son pájaros es el título número 163 de la colección Ites de poesía de Olé Libros.