«Yo creo que hay otro tipo de heroicidades que son las que hacemos las personas corrientes, que vivimos cosas corrientes y que sobrevivimos en el día a día, esa es la novela que escribo una y otra vez, la de las personas corrientes que viven hechos extraordinarios como es sobrevivir en este caso». Carmen Amoraga
Carmen Amoraga tiene tras de sí una larga trayectoria como escritora, con varios premios como el Finalista del Nadal en 2007, con su obra Algo tan parecido al amor; Finalista del Planeta en 2010, con su novela El tiempo mientras tanto o el Ateneo Joven de Sevilla, por tu primer libro, Para que nada se pierda.
Su obra se caracteriza por plasmar la realidad cotidiana, el día a día que vivimos todos, sentimientos que todos llevamos dentro, en esta introspección del alma humana, con cada obra Amoraga se hace más profunda y más real, hasta culminar en esta obra premiada La vida era eso, que como su nombre indica es un trocito de vida misma: realidad pura.
La vida era eso parte de una situación dura, la muerte del marido de la protagonista, Giiuliana; a lo largo de todo el texto el lector vive con ella todos los estadios del duelo, con ella vivimos esa dolorosa evolución marcada por la negación, la ira, la negociación con uno mismo, la depresión y finalmente, la aceptación. Una novela basada en una dolorosa experiencia real, la de Viviana, una amiga personal de la autora, que Amoraga ha sabido transformar en una ficción plagada vida a pesar de tener como tema central la muerte y cómo la soportamos los humanos.
Una obra sanadora que tiene la virtud de adentrarnos hasta lo más profundo de su protagonista puesto que nos ofrece el privilegio de saber en todo momento lo que piensa, lo que dice y lo que hace, al mismo tiempo; dándonos la posibilidad de conocer a Giuliana en toda su extensión.
Leyendo a Carmen Amoraga se evidencia que si no fuese escritora sería otra cosa, pero infeliz, como ella dice, porque es patente que nació para retratar con palabras nuestras vidas.
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