Diseñar la portada de una novela: cómo hacerlo
Diseñar la portada de una novela o un libro en general es un factor que determina si el libro se va a vender o no. En una un escaparate o en las estanterías de las librerías hay muchos libros cuyas portadas compiten en llamar la atención del lector que está ojeando en ese momento. Tu obra solo tiene unos breves segundos o a lo mejor ni eso. ¡No hay que perder la oportunidad!
La portada de una novela tiene una importancia capital, pues será lo que cause la primera impresión de esta. En el caso de una novela, la portada será, junto al título y al nombre del autor (si este es conocido), la que determine que un lector se decida a tomar el libro de la estantería y darle la vuelta para leer la sinopsis (te damos siete claves para escribirla en este enlace) o echar un vistazo a su interior.
Una portada debe transmitir elementos relacionados con el contenido de la novela: hechos, sentimientos, ideas... Con solo un vistazo, el lector debería entender el tono de la obra y el tipo de historia que podrá encontrar entre sus páginas. Los recursos gráficos, como colores, tipografías o imágenes, deben supeditarse a ese tema. Por ejemplo, no expresarán lo mismo las portadas de una historia de detectives y de una novela romántica. Tampoco serán iguales las dirigidas a un público juvenil, ni siquiera aunque tengan la misma temática.
Para diseñar la portada de tu novela, deberías empezar con una idea. Recapacitar un poco sobre el argumento y las sensaciones que deseabas transmitir mientras la escribías debería darte material suficiente para comenzar. Si no es así, siempre puedes buscar inspiración entre las portadas de las novelas con un género similar.
Con esa idea en mente, lo más sencillo es seleccionar una fotografía o ilustración de algún banco de imágenes gratuitas, en este enlace encontrarás algunas, (recuerda atribuirlas en función de sus derechos) y luego añadir título y nombre del autor con un programa de edición. También hay bancos de imágenes de pago como Fotolia por ejemplo.
Por lo general, en el diseño de portadas la sencillez suele dar mejores resultados: a cierta distancia las tipografías enrevesadas no quedan bien y las imágenes con muchos detalles son más difíciles de captar. Esto es importante, un error habitual es buscar una tipografía «artística» y el resultado es que no se lee bien. La letra tiene que ser clara y legible.Si vas a utilizar letra blanca, lo que se conoce como invertido, asegúrate de ponerla con un tipo grande o al menos en negrita para que se lea bien.
Por último, un ejemplo universal. Muchas ediciones de Don Quijote de la Mancha tienen al protagonista de la obra en sus portadas. Sin embargo, las que mejor se recuerdan son aquellas que, además, incluyen a su inseparable compañero y contrapunto humorístico, el fiel Sancho Panza. Piensa en el motivo y habrás descubierto algo sobre diseño de portadas.
Incluso en el caso de que decidas mandar a diseñar la portada de una novela deberás tener claro qué es lo que quieres transmitir con ella, así sabrás mucho mejor explicárselo al diseñador y además luego te darás cuenta, rápidamente, de si el resultado era el esperado. Si necesitas ayuda con tu portada, llámanos al teléfono que te dejamos abajo y consúltanos lo que necesites sin compromiso. También te invitamos a dejar tus trucos para diseñar portadas en los comentarios y así ayudar a otros con ellos.
Nuestra recomendación: Contrata a profesionales para que te hagan la portada. Acabarás antes y venderás más libros.
Palabras relacionadas: