El detective Víctor Ros se enfrenta al que podría ser su último caso y Jerónimo Tristante nos lo narra con pericia en su último libro
La última noche de Víctor Ros es la cuarta novela que el escritor Jerónimo Tristante dedica a este detective homónimo del siglo XIX. Entre sus escenarios se encuentran Suiza o Madrid, pero dónde de verdad recala es en Oviedo, una ciudad que está magníficamente retratada en este libro.
Su prosa es fresca y ágil, sus capítulos cortos y su lectura fulminante. Así, el lector va progresando al pasar de las páginas en esta novela que engaña y confunde para ser capaz de sorprender con sus pesquisas en la resolución de un caso que en un principio parece sencillo pero que se va complicando hasta conseguir alternar diversos sospechosos que pondrán al límite a este detective ya famosos por su inteligencia sagaz.
Los amantes de este detective detectarán con regocijo referencias a otras novelas de este autor como El misterio de la Casa Aranda, El caso de la viuda negra o El enigma de la calle Calabria, menciones y reminiscencias que no entorpecen en absoluto la lectura para todos aquellos que sea nóveles en la lectura de este autor y en las aventuras del gran Víctor Ros.
La novela hace muchos tributos al género pero sobre todo a detectives como Sherlock Holmes, además, también hace un homenaje claro a La Regenta de Clarín, cuyos personajes aparecen de vez en cuando en las páginas de este libro.
Otra originalidad de libro es que junto a la trama principal, el lector asiste a una pequeña historia de amor, un recurso habitual en las novelas folletinescas y que con seguridad el autor ha querido plasmar también en esta dándole un aire romántico y un toque especial al estilo del siglo XIX.
En definitiva, es un libro que no se pueden perder los amantes del género policíaco y, en general, nadie puesto que cumple a la perfección el cometido de hacer que las horas se pasen volando a través de su lectura.
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