El narrador de una novela: tipos y funciones

El narrador: quien nos cuenta la historia

El narrador es una figura más que importante dentro de una novela. Es quién nos cuenta la historia y de él dependerá que ésta tenga la verosimilitud y credibilidad que requiere. Es esencial tener en cuenta el papel que juega este elemento para tratarlo con la delicadeza que requiere.

Toda historia se ve muy influenciada por quién la cuenta, tanto en la vida real como en un libro. En este post os vamos a hablar de los tres tipos básicos de narradores.

Narrador en primera persona. Se cuenta la historia desde el yo, a través de los ojos y opiniones de un personaje. Puede ser el protagonista o un secundario.

Narrador en tercera persona. El más usado. Alguien, implicado en la historia o no, cuenta en tercera persona lo sucedido. Es un observador, pero dentro de ese papel puede ser de dos tipos.

Omnisciente. El narrador lo sabe todo, como un Dios que mira. Alberga un conocimiento superior al del protagonista y al de los secundarios.

Limitado. Tiene un punto de vista y conocimiento de la acción igual a los personajes. El lector ve lo que ven ellos y desentrañan la historia a la vez.

Narrador en segunda persona. El menos utilizado de todos, pero tan valido como los dos anteriores. Es un narrador que apela directamente al lector, o bien mediante el tú o el vosotros. Consigue que el lector se inmiscuya inmediatamente en lo que se le cuenta porque lo apela directamente. Se suele usar en el género epistolar o, simplemente, porque el autor decide que es la mejor manera de contar su historia. Dos ejemplos: Paul  Auster con Diario de invierno y Miguel Delives con Cinco horas con Mario.

Acabamos de ver los diferentes tipos de narrador dependiendo de desde donde se cuenta la historia, pero también se pueden distinguir diferentes tipos de narrador según cómo se cuente la historia.

El narrador desapegado. Nos describe de manera objetiva lo que ocurre, sin opiniones. Es sutil y, a veces difícil, pero gratificante para el lector, que añade su interpretación a la historia, sin verse influido por el narrador.

El narrador comentarista. Aunque no participe en la historia, introduce reflexiones sobre lo que sucede.

En definitiva, existen muchas formas de narrar una historia y muchos tipos de narrador. Lo importante es que cada uno encuentre el más adecuado para su historia.