Eva García Sáenz nos vuelve a sorprender con El silencio de la ciudad blanca
Eva García Sáenz acaba de publicar una nueva novela El silencio de la ciudad blanca (Editorial Planeta). Como todas las suyas es adictiva y con personajes vivos y redondos. Esta autora tiene el don de que escriba lo que escriba sabes que desde que comienzas a leer su libro no vas a poder parar, una virtud de la que hace gala en la entrevista sin falsa modestia, ni falta que le hace.
Sólo decir que no os perdáis este libro, ni las respuestas de esta maestra del suspense.
¿Cómo surgió la idea de escribir esta novela?
Tenía claro desde hace años que quería ambientar una novela en Vitoria y en Álava, así que llevaba unos tres años documentándome de mi tierra, hasta que surgió la premisa dramática y me di permiso para empezar.
¿Cómo ha sido el proceso de documentación?
Por un lado, estaba el proceso de documentación de los escenarios: el Dolmen de la Chabola de la Hechicera, la Catedral Vieja, la Casa del Cordón. Por otro lado, estuvo la documentación criminalística, la realicé con policías en activo, me formaron en Inspección Técnica Ocular y en Perfilación.
¿Cómo organizaste la estructura?
Para mí la estructura de la novela es fundamental, me he formado durante años en ella y, de hecho, a día de hoy soy yo quien imparto Masterclass de estructura de novela porque es un tema que interesa mucho. En el caso de novela negra, es muy importante que esté trabajada y resuelta desde el principio, no puede faltar ni sobrar ni un párrafo, y hay que tener constantemente en cuenta hasta dónde sabe el lector. Como dijo Patricia Highsmith en su libro «Suspense», se parece bastante a hacer calceta: el escritor ha de avanzar y retroceder constantemente durante el proceso de escritura, corrigiendo e integrando los pequeños giros allá donde son necesarios.
¿Cómo te preparas para escribir un libro? ¿Inviertes mucho tiempo antes de ponerte a escribir en conocer bien a los personajes? ¿Te sueles inspirar en personas que ya conoces?
Primero paso varios años documentándome, después le dedico muchos meses a la trama y a la creación de los personajes, y solo cuando todo está resuelto, comienzo a escribir. Lo hago todos los días de ocho de la mañana a cuatro de la tarde, normalmente unas nueve o diez páginas al día, cuatro mil palabras. Después como, salgo del despacho y me dedico a otras cosas. Así durante más de un año, que es lo que suele durar la escritura del primer borrador de la novela. Luego llega la reescritura, que puede durar muchos meses o varios años.
Esta novela es un homenaje a los abuelos. Háblanos de ello.
En la novela «el abuelo» de Unai es un personaje importante, muy prototípico, un mentor sabio, un hombre de campo que le ayuda con su sentido común a que Unai no se vaya por caminos más oscuros. Le presté a Unai la presencia de mi propio abuelo, simplemente porque era un hombre que merecía una novela.
¿Por qué El silencio de la ciudad blanca?
El título tiene muchas capas: el silencio alude a la sensación que se tiene en Vitoria cuando vas de madrugada a trabajar o a correr: es una ciudad pacífica donde no se escucha nada, gracias a que en gran parte es peatonal. La ciudad blanca alude a los dos personajes femeninos, ambas llamadas Blanca, que es el nombre más popular en Vitoria debido a la patrona, la Virgen Blanca. Todo sucede frente a ella, bajo su hornacina, y durante las Fiestas de la Blanca.
¿En qué crees que reside el secreto para escribir novelas tan vivas?
En mucha preparación y en llevar toda la vida leyendo
Danos un truco para manejar el suspense.
Lo dicho en la anterior respuesta: detrás de cada efecto hay una base teórica y, también, después de cuatro novelas, una va llenando su caja de herramientas de escritora.
¿Ya tienes un nuevo proyecto a la vista?
Los lectores siguen preguntándome en Twitter, Facebook e instagram por la tercera parte de «La saga de los longevos», que está en proceso de escritura.
Muchos de nuestros lectores son también escritores que empiezan. Danos algunas claves para manejarse en el complejo mundo de la escritura.
Una coraza a prueba de todo y muchas horas frente al ordenador. No hay otra manera.
Y la última, ¿qué te gustaría que pensara el lector después de leer El silencio de la ciudad blanca?
Me gusta que me escriban contándome que lo han devorado en un par de noches y que no podían dejarlo ni para comer. Me están escribiendo mensajes tan emotivos que todas mis expectativas se han visto ya superadas.