Hable la luz

14.42

José Luis Zerón Huguet

Hable la luz, escrito en su mayor parte en 2020, transmite el temor y la incertidumbre de los tiempos pandémicos. Sin embargo, el autor renuncia al neolenguaje creado por los medios de comunicación y los foros oficiales, y en ningún momento alude directamente a la covid-19. El conjunto es una elegía y, a la vez, un himno de elogio y gratitud a la vida. Está dividido en dos partes: la primera, titulada «Apolión» (el ángel del abismo del Apocalipsis), representa el dolor histórico del ser humano y el extrañamiento presente ante la fractura repentina de la armonía y el derrumbe de los refugios con la irrupción de la pandemia. En la segunda parte, «Xenía» (concepto griego que puede traducirse como hospitalidad), el poemario se inclina hacia el amor, el alumbramiento, la comprensión y la solidaridad. El yo implica a la otredad, y la luz se impone al mundo nocturno y crepuscular presente en los poemas de la primera parte.

En Hable la luz conviven referencias judeocristianas y paganas, y en algunos momentos asoma cierto misticismo que es más bien una alianza de la poesía con lo real último, y no con la fe religiosa. También abundan imágenes visionarias y atmósferas febriles, y hay una recurrencia al poder de la palabra, a la necesidad de nombrar, al hecho de que lo que no es nombrado no existe, o queda relegado al limbo de la inadvertencia.

El poemario Hable la luz es el título 204 de la Colección Ites de poesía de Olé Libros.