Estructura de una novela: cómo crearla

estructura de una novela

La estructura de una novela, te damos las claves para crearla.

Toda novela comienza con una idea, pero, hasta llegar a publicar un libro, el escritor debe seguir un largo y trabajoso camino. Escribir una novela no es ese acto de creación mágica, fruto de una inspiración y del genio romántico, sino que es una labor que requiere dedicación, disciplina y mucho esfuerzo. Una de las partes más importantes de este trabajo es la creación de su esqueleto, un instrumento de trabajo que va más allá de una mera sinopsis y sobre el que podremos construir toda la estructura narrativa de nuestra creación.

La estructura más básica de toda narración fue ya definida por Aristóteles en la Grecia clásica: planteamiento, nudo y desenlace. El planteamiento ocupa la primera parte de la novela y sirve para hacer una presentación de los personajes y su entorno. Introduce un conflicto que será el que ponga en marcha la historia: sin conflicto, no hay narración. Este se desarrolla en la parte central y más extensa de la novela, el nudo. El conflicto se complica y aumenta el interés del lector. También es el momento de desarrollar las distintas subtramas que acompañan a la trama principal. De aportar una mayor profundidad al argumento, complementarlo, temáticamente, o hacerlo servir como contraste o alivio cómico, según las intenciones del autor. El nudo debe desembocar, necesariamente, en el tercer acto de la historia: el desenlace, cuando el conflicto se resuelve, tras alcanzar su momento de mayor intensidad dramática.

Existen distintos métodos y recursos para escritores a la hora de crear la estructura de una novelas. Unos se centran en crear unos personajes complejos y se dejan arrastrar por ellos, mientras que otros van de lo general a lo particular y también los hay que prefieren centrarse en definir primero los puntos fundamentales de su narración para, luego, conectarlos entre sí. Sin embargo, uno de los más prácticos es escribir una escaleta, un resumen de la historia algo más extenso que una sinopsis, en el que se van desglosando las escenas que componen el argumento y se van intentando detallar, de la manera más completa posible y con especificación del lugar donde sucede la acción y los personajes que intervienen, así como de sus motivaciones y objetivos.

La escaleta es la mejor manera para comprobar si la historia funciona y confirmar que se ha incluido toda la información necesaria para ser comprendida y todos los hilos argumentales conservan el equilibrio entre ellos. También puede servir para experimentar con su estructura, alterar el orden cronológico de la historia y probar distintas alternativas. Así, jugando con la escaleta es como surgen las mejores ideas y soluciones para nuestra novela.

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