Microrrelato: cómo escribirlo
Microrrelato. Una palabra de nuevo cuño que encierra mil matices, a veces, mágicos. «Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí». En apenas siete palabras y cincuenta caracteres, Augusto Monterroso ha hecho correr ríos de tinta con El Dinosaurio, uno de los microrrelatos más populares. Es breve, preciso y profundo y, con su simplicidad, está cargado de suficientes recursos para escritores (lingüísticos, temáticos y estilísticos) como para publicar un libro.
Todo sobre el oficio de escritor en nuestra sección de recursos para autores. No te la pierdas.
Están aceptados como género desde los años sesenta (cuando los cultivaron autores de la talla de Borges, Cortázar o Bioy Casares). El microrrelato contemporáneo es breve y sorprendente. ¿Cómo conseguirlo? La siguiente lista bien podría ser una guía sobre cómo escribir un microrrelato para escritores noveles en este género:
1. Plantea un tema de fondo y, aunque pueda parecer intimidatorio, es recomendable que sea uno de los temas mayúsculos de la literatura: el primer amor, la envidia o la vida como un sueño son excelentes propuestas.
2. Busca un detalle, una anécdota, un objeto simple o una situación cotidiana para darle la vuelta. Existen numerosas técnicas creativas para lograrlo. Puedes plantear situaciones imaginarias o tratar de unir opuestos u oponer complementarios, entre muchas otras.
3. Ante la situación planteada, construye un mensaje oculto o una idea entre líneas (aunque en un microrrelato haya bien pocas) que lo vincule con el tema de fondo planteado.
También te puede interesar cómo escribir un buen prologo.
4. Integra en el relato un giro, un punto irracional, un juego o una insinuación que despierte la sorpresa en el lector.
5. Ordena la secuencia de hechos. Aunque sea breve, no es nada recomendable que un microrrelato prescinda de planteamiento, nudo y desenlace.
6. Economiza los medios literarios para que exista el mínimo número de personajes, escenarios y tiempos. Cuán más simple sea, mayor efectividad se obtendrá de cada uno de los recursos empleados.
7. Deja entreabierta la puerta para que el lector pueda completar parte del significado y amplificar su nivel de satisfacción. Para que establezca cierto nivel de empatía intelectual con el autor.
8. Asume que el título debe ser parte del relato. Algunos autores lo emplean para señalar el tema principal sobre el que hablan y establecer la interrelación entre el microrrelato y el fondo.
9. Es importante evitar las descripciones y explicaciones abstractas. Tampoco hay que intentar convencer al lector de lo que tiene que experimentar o sentir.
10. Por último, con un microrrelato entre las manos, siempre es importante atreverse a dar un paso más y huir de la zona de confort.
Tomado como ejercicio estilístico, reto creativo diario o proyecto al detalle, son numerosos los autores hispánicos que han publicado microrrelatos. Juan José Millás, Arturo Pérez Reverte, Gabriel García Márquez, Ana María Matute o Eduardo Galeano, entre otros, tal vez, hayan andado y desandado mil veces la senda de los microrrelatos en el proceso de lograr escribir un libro.
Igual podrían darse consejos para escribir una novela o una obra de teatro.
Pero me falta algo: para escribir bien nos hacen falta algunos recursos, nada, cositas sin importancia como el conocimiento del léxico, un amplio conocimiento del léxico, y luego lo del uso de los tiempos verbales,; lo de la sintaxis; algo de «figuras retóricas «; haber leído más de cien mil páginas…
No estoy de acuerdo con que se pueda escribir «Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí» siguiendo vuestras reglas.
Con afecto.
Excelente contenido. Muchas gracias!