Entre los libros más vendidos este verano se encuentra el de Sílvia Soler, El verano que empieza (Planeta), que ha sido premiado con el Ramón Llull 2013. Sus inicios fueron en lengua catalana, como el resto de la obra de la autora, pero después de vender 34.000 ejemplares y tres ediciones, se publicó en castellano, idioma en el que las buenas cifras tampoco lo abandonan. La traducción no puede estar en mejores manos, ya que se ha encargado de ella Alejando Palomas, un gran mago de las palabras.
Sílvia Soler tiene una impecable trayectoria como escritora y también es habitual en medios de comunicación como colaboradora. Anteriores a esta obra encontramos otras como 39+1 La edad en que una mujer sabe que el hombre de su vida es ella misma y 39+1+1 Enamorarse es fácil si sabes cómo; las más recientes; y El somni dels volcans, su primera novela; Mira’m als ulls, Premio Fiter i Rossell 2003; Petons de diumenge, Premio Prudenci Bertrana 2008; Un creuer fora de sèrie, en 2011 y El árbol de Judas
El verano que empieza es una novela luminosa que refleja verano a verano cómo es la vida; alegría y sufrimiento; días soleados en calma y tormentas furiosas acarician y asolan a sus personajes cuyo germen es la amistad entre dos mujeres. A ellas son a las primeras que conoceremos en un día azul de mar y playa, a punto de dar a luz ambas, con sus vientres como boyas en el mar Mediterráneo hacen planes de futuro…
Una delicia que no te puedes dejar de llevar este verano de vacaciones. Os dejamos esta entrevista con su autora Sílvia Soler:
¿Cómo surgió la idea de escribir esta historia?
Me apetecía, sobretodo, escribir una novela que se recreara en el paso del tiempo, que permitiera al lector ceder a la nostalgia, sin llegar a ser una historia triste. Para eso creí que lo mejor era seguir a los personajes –en este casos, dos protagonistas- a lo largo de gran parte de su vida, viendo cómo maduraban, cómo encajaban los cambios en su vida y cómo se relacionaban según el momento y la circunstancia.
¿Cómo describirías tu historia?
Es una novela dónde se ve pasar la vida, que se centra en ese difícil equilibrio en el que viven los personajes –en el que vivimos todos- entre el desconsuelo y la felicidad.
¿Qué personaje sería tu favorito? ¿Por qué?
Mi personaje favorito es Rut, la hermana de Júlia, la protagonista. Es un personaje débil y fuerte a la vez, que acaba resultando enternecedor. Me gusta especialmente porque es un personaje que tenía previsto como secundario y que acabo creciendo y reclamando más protagonismo.
¿Por qué la noche de San Juan?
Quería que los personajes siguieran el ritual de reunirse una vez al año para que el lector pudiera ser consciente del paso de los años y de los cambios que se producían en los personajes. La noche de San Juan reúne muchas condiciones que la convierten en la noche más especial del año : es una noche para las tradiciones, que la mayoría de la gente desea compartir con la familia o los amigos más íntimos. Y, sobretodo, es la noche de las grandes expectativas, a punto de empezar el período, probablemente, más feliz del año, el más relajado, el que permite más contacto con la naturaleza, el que invita a las fiestas y a las interminables charlas de sobremesa…
¿Dónde encuentras o buscas la inspiración?
La busco en todas partes, en mis lecturas, en lo que veo y escucho a mi alrededor, en la observación de los comportamientos humanos. Y la encuentro, eso no falla, trabajando.
El verano que empieza es un título evocador, ¿Cómo surgió?
En la novela los personajes brindan, en la noche de San Juan, por el verano que empieza. El brindis, que surge de manera natural, acaba convirtiéndose en una tradición. Una vez escrito esto, el título cayó como fruta madura. No podía ser otro.
Es un libro con elipsis en las que el lector tiene que imaginar, ¿es un reto que le planteas?
Pues en cierto modo sí, más que reto, solicito la colaboración del lector : cada uno tiene que imaginar qué ha pasado en los años que quedan en el paréntesis. Ofrezco pistas, incluyo algunos flash-back, pero prefiero que sea la imaginación del lector la que complete la narración.
¿Es una metáfora de cómo superar las tragedias?
Para mi la metáfora que recorre toda la novela es la que compara el mar –con sus días plácidos y las tormentas que de repente lo alteran todo, con la fragilidad de la vida. Para superar eso, la fórmula es celebrar la calma cuando la hay y recordar que volverá cuando estamos en plena tormenta.
¿Cómo es tu proceso creativo, ¿cambia con cada novela?
En lo básico, no. Cuando empiezo a pensar en una novela estreno un cuaderno dónde voy anotando ideas, frases, giros argumentales, nombres para personajes etc. Cuando el cuaderno está prácticamente lleno, empiezo a escribir.
¿Qué necesita un escritor para serlo?
Vocación : es decir, sentir el deseo de contar algo. En segundo lugar, facilidad para la escritura y algo de imaginación. Y en tercer lugar pero no menos importante : constancia.
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