El secreto de Vesalio (Destino) es la primera obra de Jordi Llobregat. El libro se ambienta en la Barcelona de la Exposición Universal de 1888. Desaparición de mujeres, que vuelven a aparecer muertas con atroces heridas, un joven profesor vuelve a la ciudad para enterrar a su padre y se ve envuelto en la persecución de un asesino y de un libro. Con él dos personajes más sostienen la trama.
De todo ello y mucho más nos habla Jordi Llobregat en esta entrevista.
¿Qué te llevó a escribir este libro?
En principio, varios motivos: primero, mi madre o mejor la falta de mi madre porque la novela ocurre en Barcelona, que es la ciudad en la que ella nació; por otro lado, amo leer y como todo escritor quería construir una novela como las que a mí me gusta leer y han afectado en mi vida. Como escritor, he querido hacer lo mismo.
¿Cómo eliges a tus protagonistas?
Fueron surgiendo a través de la historia. Como tenía que estar presente la medicina encontré a Pau Gilbert que es un personaje potente: Después, como también se habla del ámbito del periodismo, necesitaba un personaje gamberro e indagador, así surgió Bernat Fleixa; y por supuesto, Daniel Amat, el desencadenante de todo el drama y el conflicto más potente.
¿Y si tuvieses que elegir a uno de ellos?
Uf, eso es muy difícil, me gustan todos, pero bueno, si tuviese que elegir uno me quedaba con Pau, porque guarda un secreto muy singular y es un personaje muy especial, además de que, de alguna forma, es el que me resulta más cercano personalmente.
¿Cómo ha sido tu proceso creativo?
Pues como siempre todo empieza cuando encuentras una idea atractiva, luego es fundamental construir una estructura y empezar a generar las tramas, de ellas saldrán luego las subramas que no tienen por qué estar tan planeadas. Más tarde se establecen los capítulos. Todo sufre variaciones. De como lo planeas a cómo luego surge el libro siemrpe hay muchas variaciones porque a medida que creas van surgiendo nuevas ideas que se van incorporando.
¿Cuándo dices «hasta aquí»?
Corregir es escribir y ahí sí que es cuando tienes que decir esta frase. Dicen que Leonardo da Vinci siempre llevaba consigo La Gioconda y siempre estaba retocándola. También he oído que Gabriel García Márquez se encontró en un tren Cien años de soledad y cuando terminó el viaje la había corregido entera. Es difícil decir «basta». Al final la editorial es la que dice ya y entonces paras. es el momento en el que la obra deja de ser tuya y pasa a pertenecer a los lectores que son los que le dan vida.
¿Qué te gustaría que pensase el lector cuando termine de leer tu libro?
Que dijese: «Qué bien me lo he pasado», esa es la idea.
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