Juan Carlos Padilla recorre el siglo XX con su libro El siglo de los indomables
Juan Carlos Padilla nos cuenta cómo escribió El siglo de los indomables (Planeta). Un libro con el que el lector recorrerá los acontecimientos más importantes del siglo XX de la mano de Florentino Elizaicín, un magnate del acero, y su hijo Jacobo. La historia de un sueño americano que arranca en 1901 cuando un joven Florentino decide cruzar el océanos desde un pequeño pueblo alicantino. Su aventura le llevará a conocer a grandes personajes históricos y a conseguir una fortuna gracias a sus ideas pioneras. Pero lo bueno de esta novela es que no se trata de conocer los progresos del protagonista, es que el protagonista nos enamora con sus pensamientos y emociones, con sus búsquedas y sus proyectos, al margen de su éxito empresarial.
Para saber un poco más de esta novela hablamos con su autor, Juan Carlos Padilla, que nos va a contar cómo la escribió, en qué se inspiró y cómo ha sido su proceso creativo. No os la perdáis:
Cuéntale a los lectores de Olelibros.com qué se van a encontrar cuando abran El siglo de los indomables
En primer lugar quiero dar la gracias a Olelibros,com por esta oportunidad de comunicarme con sus lectores.
Muchas gracias a ti…y ahora cuéntanos…
Con El Siglo de los Indomables proponemos una montaña rusa de sentimientos, de sensaciones. Un paseo a través del siglo XX de la mano de nuestros protagonistas, con la historia de trasfondo, como un personaje más, donde los valores tienen un gran peso y los sentimientos afloran en cada capitulo, con un ritmo de thriller, estructura cinematográfica y mucha, mucha acción. En cada página pasa algo, no hay tiempos muertos.
¿Cómo surge la idea de escribir El siglo de los indomables?
Inicialmente la intención es desarrollar un recorrido histórico por el siglo XX, pero poco a poco los personajes crecen y se adueñan de la trama, constituyendo una novela con varias trayectorias en los que la historia se convierte en un decorado, algo que recorremos de la mano de nuestros personajes, a través de sus vivencias.
Tu novela tiene un rigor histórico claro, se nota que has puesto mucho cuidado a la hora de ser fiel a los acontecimientos ¿cómo ha sido ese proceso de documentación?
Hemos intentado ser rigurosos, pese a que ha sido necesario algún ajuste cronológico. La mezcla de personajes reales con ficticios y la ambientación en épocas históricas exige un rigor especial que hemos procurado preservar.
El inicio primitivo era diferente al actual, utilizábamos un escritor que se encargaba de narrar una historia familiar, pero eso cambió en la revisión. Yo escribí las tramas independientemente y luego las fusionamos con mimo, imbricándolas entre sí y cuidando mucho los recorridos.
¿Cómo construiste a tus personajes, en dónde piensas que está la clave para que un personaje sea de esos que enamoran?
Son una mezcla de valores, anhelos y contradicciones, como cualquier ser humano. Además alguno se ha independizado de su creador, hasta el punto de corromperse y derivar por un camino que no era el que estaba previsto para él. Quizá como pasa en la realidad.
¿Cómo es tu proceso creativo, te sirves de alguna técnica especial que te ayude a escribir?
Las ideas brotan y las concreto en capítulos breves, un borrador inicial que reviso una vez hasta constituir un primer boceto. Espero algún tiempo y reviso un bloque de capítulos y voy constituyendo partes más extensas. Tengo un arma secreta: La música: Me ayuda extraordinariamente a inducirme estados de ánimo: tengo mucha música y la escucho al escribir según el tema que desee concretar en el papel. A mí me resulta un recurso utilísimo.
¿Con qué proceso de todos los que conlleva escribir te sientes más cómodo?
La primera escritura: es espontanea, gratificante, divertida. El momento más creativo de todo el proceso.
¿Corriges mucho, qué es para ti la corrección?
Sí, mucho más de lo que desearía. Hay muchos ajustes que realizar: temporales, lingüísticos, semánticos, de estilo… Quizá es lo que menos me gusta del proceso, lo más rutinario.
¿Te ha cambiado escribir esta novela, qué has dejado en ella y qué te ha aportado?
Escribir me produce placer, por encima de todo. Yo soy un “cuentista” que está en fase de aprender a contar historias largas, novelas. El escribir te aporta una visión de la vida diferente, con ansia por retratar aspectos diferentes, ópticas distintas, enfoques alternativos de la realidad. En mi opinión es absolutamente terapéutico, además de permitir una vía de escape para la creatividad que todos inhibimos en nuestra cotidianidad.
Y la última, ¿qué te gustaría que pensase el lector cuando termine de leerla?
Desearía, de todo corazón, que se hiciera eco de una de las frases claves de la novela: “Ha merecido la pena”. Y que extendiese ese pensamiento a la realidad, a la vida, al Mundo real.