Entrevista a Ramón Parreño, autor de «Tiempo de carretera»

Ramón Parreño presenta la segunda edición de su novela “Tiempo de carretera”

Una historia con alma motera que ya ha llegado al corazón de los lectores, así es «Tiempo de Carretera».

Ramón Parreño, autor de «Tiempo de Carretera» nacía en en San Pedro (Albacete) el 29 de Agosto de 1964. Aunque afirma no poseer estudios superiores, siempre le ha apasionado la lectura y, a la vez, escribía, pero le frenaba el respeto que sentía a que leyesen sus textos otras personas. “Tiempo de carretera” es su primer libro, que ya va por su segunda edición.

Segunda edición de “Tiempo de carretera”… una historia con alma motera que ha llegado a los lectores. Un éxito que sin duda, merece. ¿Le ha sorprendido?

La verdad es que sí, las personas que integran el mundo de las dos ruedas tienen avidez por leer historias en las que se ven reflejadas.

Como bien dice al inicio del libro, hay que elegir buenos compañeros de viaje. ¿Su libro los ha tenido?

Por supuesto desde el equipo de Olé Libros, con la inestimable ayuda de Toni Alcolea y Yolanda Barambio como editora, así como otras personas de mi ámbito personal (pareja, familia, amigos…) han sido el apoyo fundamental para conseguirlo. Se lo agradezco mucho a todos ellos.

El mundo motero como sustento a la historia. ¿Era necesario para dar sentido a la novela?

En primer lugar no me gusta utilizar el palabro “motero” soy más dado a usar “motorista”, y sí, era fundamental, ya que los ochenta era una década donde aún se hacían locuras, como el viaje que se narra en la novela con los escasos medios que habían al alcance.

De Valencia a la isla de Man… ¿Por qué la isla de Man? ¿Qué le atrae de ella?

La Isla de Man es un lugar mítico y de peregrinación para todos los amantes de las motos. Todo el mundo quiere ir al menos una vez en la vida. Es donde se celebran, como antaño, unas carreras tradicionales en un circuito -por el cual normalmente circulan vehículos-, calles y carreteras, arcenes, bordillos, setos, fachadas de casas y muros, precipicios en la montaña e incluso un popular salto a un puente. Todo eso es lo que se encuentran los pilotos y eso es lo que hace que por una semana la isla se colapse de motoristas de todo el mundo.

«Tiempo de carretera» cuenta con dos historias paralelas en las que vamos a encontrar plasmadas tanto la maldad, la amistad o el amor en medio de una trama de intriga, persecuciones y viajes.  ¿Qué es lo que más destaca? ¿Lo que más sentido da a la novela?

Lo que más destaca es el grado de comunión que se desarrolla entre personas que viajan juntas en moto pese a no conocerse, y eso sucede en la vida real. Se puede comparar al amor de una pareja de novios o al de un grupo de chavales que crecieron juntos siendo compañeros de juegos.

¿Cuáles son sus próximos proyectos?

Sigo escribiendo. “Tiempo de carretera” no acaba con un final cerrado y estaría bien ver qué sucede con esos personajes unos años más tarde. También tengo escritos algunos relatos de otros géneros… “no sólo de motos vive el autor”. Aunque de momento está este primer libro en todo su apogeo.

 

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