Entrevista a Manuel Baro. Entrevistamos a Manuel Baro Marín, tras la publicación en Olelibros.com de su tercera novela. Para aquellos lectores que no le conozcan, el autor nos comenta que en su niñez trabajó «en una carpintería. De muchacho seguí trabajando y estudié Náutica en la especialidad de Máquinas. Navegué en los barcos más grandes que había en España. Me desembarqué el mismo día que nació la mayor de mis hijas. Fui jefe de control en la Central Térmica de Cádiz. Empresario de 24 cines. Promotor de viviendas y de centros comerciales. Explotaba comercialmente uno de ellos con el menor de mis hijos».
¿De dónde surgió la idea de escribir ‘¿Cuándo se tuerce el dedo de Dios?’?
Me jubilé a los 80 años, al tener más tiempo libre y ser muy activo, me inicié en este mundo literario, escribiendo críticas y comentarios de actualidad que enviaba a la prensa a la prensa y me las publicaban.
¿Cómo ha sido tu proceso creativo? ¿Qué fue lo más fácil y lo menos a la hora de poner el punto final?
Como había sido muy polifacético, mis hijos me pidieron que escribiera mi biografía, lo hice y está inédita. El punto final de una obra, te lo da su argumento, y debe coincidir, con la que al lector le gustaría.
¿Qué se van a encontrar los lectores cuando abran este libro?
Que toda es ficción, que debería ser realidad.
Si tuvieses que destacar uno de los personajes de ‘¿Cuándo se tuerce el dedo de Dios?’, ¿cuál sería y por qué?
Al hijo de Dios, porque, en la obra, se enfrenta y vence a todos los demonios. Y cumple, sin mediación de nadie, con la misión para la que fue engendrado.
¿Te has documentado para alguna de las partes o la totalidad de la obra? ¿Qué etapas has seguido en caso de que sí te hayas documentado?
Me he tenido que documentar para fijar la acción en muchas ciudades distintas y desconocidas por mí. Localizar, además de los lugares, a los gobernantes y circunstancias de la época que se desarrollaron los hechos que se describen.
¿Qué sensaciones te gustaría que quedasen en el lector cuando termine de leerlo?
Los lectores desearán, que al final de su vida, ver a Dios ¡torciendo su dedo!
¿Tiene algo de autobiográfica esta obra?
No. Salvo, ¡no sé por qué! Hice coincidir la fecha del nacimiento del hijo de Dios, con la mía.
Muchas gracias y muchos éxitos.
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¿Cuándo se tuerce el dedo de Dios?
De la miopía del Dictador a la dedocracia de los cinco dedos