Estructura, temática y fuentes: tres pilares de la escritura a debate

estructura narrativa

Cómo encontrar la manera más efectiva de escribir un libro

La última jornada del Curso de Narrativa del que venimos informando en Gutenber en la nuve, se desarrolló sobre tres de los puntos más importantes de los que construyen un libro.

Este curso está resultando sorprendente porque en cada sesión se adentra un poco más en los secretos de la creación literaria y ofrece a sus ávidos asistentes grandes consejos a la hora de iniciar la difícil andadura de crear una buena obra.

En esta ocasión las cuestiones analizadas por Antonio Penadés, director y conductor de este curso, fueron la estructura, la temática y las fuentes.

Tres de los puntos esenciales sobre los que se cimentan cuantas obras literarias existen en el mercado. Tres difíciles decisiones que encierran una gran labor de elaboración y selección.

Estructura narrativa, la piedra angular de la escritura

Como bien explicó Penadés, la estructura es el armazón de una obra, sobre la que se asientan los demás elementos, su equilibrio y proporcionalidad resulta clave para que la lectura de la composición sea un deleite; al margen de la complicación o no que implique, la literatura siempre ha de ser un elemento de disfrute, una buena estructura es la piedra angular para que lo sea.

Según las palabras del cicerone de este curso, la clásica estructura de propuesta, nudo y desenlace sigue siendo de las más efectivas a la hora de narrar, no significa que no existan otras maneras de hacerlo, hay algunos ejemplos vanguardistas que lo demuestran, pero para los que ahora comienzan a tener nociones de cómo se escribe siempre se recomienda iniciarse en una estructura clásica que nos aportará robustez y efectividad ya que viene funcionando sin mostrar atisbo de desgaste desde la antigua Grecia.

La temática de un libro o el aire que respira

Sobre estos cimientos se halla la temática, una o varias, cuyo espíritu ha de impregnar cada una de las páginas del libro. Sobre la elección de la temática adecuada también se habló en esta sesión. Penadés, destacó la idoneidad de elegir una temática de entre los temas universales que han preocupado al hombre a través de todos los tiempos: amor, guerra, celos, pasión, curiosidad, etc; pero no se pueden descartar otras temáticas más personales, siempre que se traten con maestría.

Las fuentes o el agua que bebe un libro

Por otro lado, el tema de las fuentes, también tuvo su lugar en esta sesión, de ellas ya hemos hablado anteriormente, pero es que su importancia es vital. En esta ocasión se realizó una clasificación de las mismas, distinguiendo entre las reales y las imaginarias; dando protagonismo a ambas a la hora de crear; porque igual que unas buenas fuentes objetivas pueden conseguir dar veracidad a nuestra obra hasta el punto crear un mundo paralelo y habitable para el lector; unas buenas fuentes imaginarias, fruto de un subconsciente acertado pueden ser la mejor herramienta para crear ese mundo alternativo. La imaginación dicen que es poder y en la creación literaria, más si cabe.

Así se cerró, una vez más, esta sesión, a la que asistió nuestro Gutenberg maravillado de la cantidad de información que se podía traer a su nube cibernética para compartirla con todos vosotros. Ya sabéis, es un incansable curioso.

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