Protagonista: La importancia de un buen protagonista en un libro

Crear un buen protagonista, de esos que enamoran es una de las cuestiones más complejas de la narrativa

Un buen protagonista es la mejor manera de conseguir que el lector se apasione por lo que lee

Vamos a ver cómo podemos conseguir un buen protagonista, por lo menos, lo vamos a intentar. ¿Qué tiene que tener? En primer lugar vamos a distinguir dos tipos de personaje para ir centrándonos en el tema.

Los personajes en un libro: Arquetipo y héroe

Se puede hacer una diferenciación clara entre personajes arquetípicos y personajes llamados redondos. Los primeros responden a modelos de personas establecidos en la sociedad en la que se quiera ambientar la novela. Éstos son más planos y no evolucionan a lo largo de la obra. Sin embargo, los personajes redondos, son o deben ser los protagonistas o protagonista. Aquellos a los que conoceremos a fondo a lo largo de la lectura, con sus virtudes y sus defectos, con sus idas y venidas, con su evolución respecto a la acción. En una novela suelen aparecer ambos tipos de personajes, ambos son necesarios pero es evidente que aquellos que son más difíciles de perfilar son los protagonistas.

Crear uno o varios protagonistas no es sencillo, en primer lugar, el autor deberá tener una idea más que clara de cómo serán; después deberá ir dibujándolo de una forma implícita a medida que avanza la novela. De su buena creación dependerá en gran medida el éxito de la misma.

La importancia del protagonista

Una novela con un buen personaje puede fallar en otros puntos y el lector seguramente seguirá gustándole leerla. Pero si el autor, o sea tú, no consigues que el lector empatice con el personaje que has creado, tendrás todo perdido. Si tu personaje central es una fiera de la narración, es decir, un gran personaje, real, potente, tendrás un talismán que conseguirá que el lector te perdone otros defectos narrativos. No todos, no te engañes.

Para terminar estas pinceladas acerca de cómo conseguir crear un buen personaje protagonista, un buen consejo es esta reflexión de Ana María Matute. La gran autora explica cuando habla de sus personajes que los percibe como si los conociese de toda la vida, como si fuesen personas de la vida real. Esta es sin duda la mejor manera de conseguir que sean redondos. Si el autor conoce tan bien al personaje como a su mejor amigo, seguramente, de manera inconsciente será capaz de perfilarlo a lo largo de la novela de una forma clara y paulatinamente, en todos sus movimientos, expresiones y formas de pensar y hacer.

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