Cómo publicar un libro, primer paso, inspiración (2ª Parte)

Olelibros en LIBER 2015

Cómo publicar, si te haces esta pregunta, primero tienes que inspirarte, te damos algunas claves para ello

Cómo publicar un libro es un reto, uno de esos en los que antes hay que estar inspirado. A esta inspiración por entregas, aún le quedan unas cuantas, y es que la inspiración es así, intermitente. Te dejamos el artículo anterior para que encuentres dos maneras más para hacer que esas musas esquivas hagan el favor de posarse sobre tu cabeza. A veces son incorregibles, pero vamos a intentar encauzar su vuelo con algunas técnicas más para llamarlas.

Otras influencias

Una de la más grande fuente de inspiración para muchos de los autores de todos los tiempos ha sido, es y será algo tan sencillo como leer. Si no puedes seguir adelante, tu hoja sigue impoluta y cualquier intento de llenarla se convierte en una sucesión de borrones, es mejor dejarlo. Dirígete a la biblioteca más próxima, también sirve la tuya propia (y si está junto a un jardín, lo tienes todo, como decía Cicerón). Allí, coges varios buenos libros sobre la temática en la que te quieras inspirar y lee. Que estás atascado en el principio, lees cuantos principios sean necesarios. Entender cómo han hecho las cosas otros siempre es inspirador….La lectura nos salva de todas las tormentas de la vida, como decía Matute, también de esta.

Eso sí, conviene que después de la lectura, dejes reposar lo leído y que tu cerebro se ocupe de ordenarlo, así que aquí volvemos al consejo número dos del anterior artículo.

Aire fresco

Otra forma de inspirarse muy efectiva es una lluvia de ideas. Deja vagar la imaginación, apunta todas las ideas y haz una selección de las mejores para tu proyecto. Si esta lluvia de ideas la puedes hacer con alguien más que conozca los detalles de lo que estás escribiendo mucho mejor. Aunque tampoco es necesario que esa o esas personas conozcan todo sobre tu obra, a veces, con dar unos pocos datos es suficiente. Muchas veces la falta de inspiración viene dada por la aglomeración de datos que te hace encallar en un lugar del que no sabes salir. En este caso, lo mejor es aire fresco proveniente de otras cabezas.

Una idea puede llevar a otra y esta a otros lugares que te pueden servir para seguir adelante, si no, piensa en Newton, estar sentado bajo los manzanos de su jardín fue el punto de inflexión para que todo el trabajo realizado previamente se materializará en la Ley de la Gravedad. Uno de los mayores descubrimientos de la humanidad. Y no es un mito, lo confirmó una biografía sobre este científico escrita por William Stukeley, que apareció hace años en los fondos de la Royal Society. Este amigo de Newton confirmó que ver caer las manzanas fue determinante para el inventor. Este hecho lo llevó directamente a preguntarse por qué los frutos caían perpendicularmente al suelo. ¡Eureka! Se hizo la inspiración.

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