Crowdfunding. El micromecenazgo como solución financiera para el sector editorial (Parte II)

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En el anterior artículo os explicamos lo que significa crowdfunding como concepto, qué diferentes tipos podemos encontrar y cuales se ajustan mejor a nuestras necesidades e intenciones.

En este artículo vamos a ver cómo podemos sacarle partido en el mundo literario, qué redes sociales son más prácticas y qué plataformas nos prestan su servicio para exponer nuestro proyecto.

Pero primero vamos a hacer memoria, el crowdfunding es un sistema de financiación colectiva, una solución financiera que nos puede ayudar si no tenemos el presupuesto suficiente para llevar a cabo nuestro proyecto. También hablamos en el primer artículo sobre crowdfunding de los diferentes pasos que podemos dar según el tipo de acción que queremos realizar: un micromecenazgo basado en las recompensas es el más adecuado para la situación en la que nos encontramos nosotros como escritores.

Hablamos que esta manera de micromecenazgo basada en recompensas es la más atractiva porque quien hace la donación recibe algo a cambio por su aportación monetaria y que, a cuanto más dona, más importante o grandes es la recompensa. Os di una primera idea: por 10 euros de donación enviar el primer capítulo de tu novela en formato digital ¿Habéis pensado alguna más?

Hace unos días entrevistamos a Ricardo Herranz en el Ático Ateneo Lounge. Nos habló (entre otras cosas, aquí podéis ver su entrevista completa) de su experiencia con el micromecenazgo y contó algunas de las recompensas que él dio y que podemos tomar como ejemplo: la reserva previa del libro antes de ser publicado, la adquisición de un ejemplar, un marcapáginas, charlas sobre escritura… Como veis, las recompensas son muy diversas. Imaginación al poder. No está de menos que vuestras recompensas, además de agradecidas sean atractivas.

Ahora vamos a centrarnos en los portales que podemos encontrar en Internet para hacer nuestra acción de crowdfunding pública. A parte del esfuerzo que quieras dedicar a promocionar tu proyecto en las redes sociales (que deduzco que es mucho) creo que es interesante centrar tus primeros esfuerzos en articular la base, en crear un perfil en una página destinada a esta función. Voy a nombrar las más populares, que son Verkami y Lanzanos, pero hay muchas más. En este artículo de Crowdacy puedes ver que hay un gran listado de plataformas para realizar acciones de crowdfunding.

En ambas (y en la mayoría), lo que tienes que hacer es crear un perfil, publicar tu proyecto  explicando en qué se basa. También debes indicar el dinero que necesitas para empezar a poner tu proyecto en marcha y junto a este proyecto, hay que presentar un plan de recompensas. A partir de ese momento, tienes 40 días  para recaudar la financiación necesaria. Si lo consigues, tu proyecto se hará realidad: tú recibirás el dinero y los mecenas sus recompensas.

Después, la difusión que hagas de tu proyecto en las redes sociales será vital, ya que tienes un tiempo límite para llegar a tu objetivo. Tú no te tienes que preocupar  por las aportaciones de los mecenas. Si llegas al presupuesto que te habías marcado, la plataforma en la que te inscribas se encargará de hacer la debida trasferencia de dinero a tu cuenta; si no llegas, esa trasferencia no se hará.

Por eso es tan importante la difusión. A parte de tu perfil personal en Facebook, Twitter, blog… ¿Por qué no haces uno dedicado exclusivamente para el proyecto? Difúndelo y busca relaciones que puedan ser fructíferas, personas a las que pienses que tu proyecto pueda gustarle por algún motivo en especial… es decir, un target o público objetivo. Y por supuesto, nunca viene mal una mano amiga. Invita a tus amigos más cercanos a que te echen una mano, seguro que lo hacen encantados y aunque esto que os digo parezca obvio, es algo que se nos puede pasar por alto. El boca a boca virtual hace que tu proyecto se ramifique.

Ricardo Herranz consiguió llegar a su presupuesto fijado para publicar su novela en menos de los 40 días fijados. Afirma que las redes sociales le fueron de gran ayudar, tanto para difundir su proyecto, como para tener una idea general de ese target del que hemos hablado. Él utilizó principalmente Facebook e hizo una página dedicada a la novela.

Espero que os sirva de ayuda e inspiración este segundo artículo sobre el micromecenazgo y os animo a que participéis con vuestras ideas y opiniones. Entro tod@s podemos ayudarnos y llevar a cabo nuestros proyectos.

¡Hasta el próximo artículo!

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