Soy pamplonesa, de 1976. Culo inquieto, soñadora y curranta (los dos últimos no son incompatibles). Llevo viviendo en Madrid más tiempo del que estuve en Iruña, ciudad que dejé con 22 años y a la que vuelvo para ver a mis aitas, familia y amigos (siempre será mi hogar). Vine a la capital en 1998 para emanciparme y a empezar mi primer trabajo y me quedé. Aquí he echado raíces (las cañas, Malasaña, Arganzuela, el cielo, el asfalto y el sentirte local aun sin serlo) y he formado mi propia familia.

Licenciada en Periodismo por la Universidad de Navarra; desde que tenía 10 o 12 años sabía con meridiana claridad que esta profesión iba a ser mi vida. 27 años después sigo pensando lo mismo pese a la decepción que me provoca la decadencia del panorama mediático. En este tiempo he combinado el ejercicio del periodismo en medios (casi 15 años) con la comunicación corporativa en empresa y, desde hace seis años, la consultoría de comunicación en Prodigioso Volcán. También he pasado por el paro, como todo buen periodista que ha vivido la precarización de esta profesión.

Escribir reportajes es lo que siempre he hecho y me seguirá gustando, aunque ahora mi trabajo se desarrolla por otros derroteros. Escribir al margen del periodismo siempre será una tabla de salvación para sortear la locura.

Publica con Olé Libros el poemario Aireando monstruos. Cartografía de anhelos y desvaríos desatendidos en la colección Ites de poesía.

 

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